No encuentro el pie, extravié el puntal, perdí el sentido.
Las tiras doradas tiradas y sus alambritos al descubierto; los adornos destenidos y sin ganchitos ni hilos para colgarlos; el espantoso y taiwanés jueguito de luces que alguna vez prendió y explotó; y restos de fiestas anteriores sepultados en el fondo de la caja, descansan deseos falsos e incumplidos de almanaques muertos antes de nacer.
Renovada muestra anual de heridas no cicatrizadas y de estigmas descompuestos, todo eso se agazapa para aprovechar el recurrente momento.
Ahí estaré, estarás, estaremos.
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estos que se creen con derecho a opinar ...