lunes, 16 de febrero de 2009

de tapas

Ay! Maldita fiera, cuántos litros de piedra tuve que beber para sostenerme en pie en tu tierra y no volar más allá del deseo de tus falsos conjuros. Qué será de los leales senderos de agua sin sal que soñé en tu mar de sudores esos que ahora me unen y que nos confunden en uno, en dos; aún cuando hace siglos que me ignoras haciéndome vibrar de emoción como ese sol mal parido que me ve nacer cada día y que por eso llora en lluvias calientes: ése quien por la vergüenza del cetro de ira me condena a volver y por eso sigo vivo.

5 comentarios:

  1. Pues no mueren los sueños ni en la piedra
    y el agua la horada.
    Màs,si es salada.
    un dìa
    un afortunado giro natural pondrà la negra urna a merced de las olas
    y entonces se podrà volar al sol,de nuevo
    No en la podrida rutina
    sino en el soñado paraìso.O no.
    Quien sabe.
    Es bueno leerte,de nuevo.

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  2. Las piedras y los años.
    Los sueños y los deseos, todo se inmoviliza en continuo cambio.
    Heráclito, me susurra siempre:
    Nada permanece, salvo el cambio.
    Bella foto!!!!
    Te mando un beso, extraño.
    Gizz

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  3. Prefiero ser carne porque es pasajera...

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  4. La escansión pulsátil de la pérdida propone como marco, así como núcleo, un momento de inmovilidad mortal, suspensiva o definitiva, en el que somos mirados por la pérdida, esto es, amenazados con perderlo todo y de perdernos nosotros mismos. Dicho de otro modo, en la experencia de la pérdida se perfilan no sólo la ausencia que se teme sino también la inercia en que se indica que todo objeto perdido se convierte en un resto asesinado, una imagen mortífera.

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  5. De pasadita..
    Te dejo abrazos
    Gizz

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estos que se creen con derecho a opinar ...


Non accontentarti di sopravvivere, devi pretendere di vivere in un mondo migliore, non soltanto sognarlo!