"Pocas cosas en la vida me conmueven más que la persona que más espero que lo haga, no me invite a su cumpleaños. Pero la puta madre si la torta la pongo yo!! Será porque al final la fiesta no será en este mundo y solo ella tiene entrada? Será muy exclusivo el lugar en los recónditos escalones al averno? Probablemente no recuerde que recuerdo aromas, estilos, sonidos que exceden la vulgaridad; que me estremece lo extremo y por eso cuento y destilo lugar y credos insondables en homenaje permanente; es que fue suficiente que haya nacido para comprender y darle motivos a mi efímera existencia terrenal; así que quizás lo ignore, porque ignora también de mi existencia; o porque me niega o reniega de lo evidente. Brindo contigo, salud! Pocas cosas me pasan y muchas que no puedo decir, sencillamente porque si las supiera no las estaría viviendo, sufriendo, padeciendo. La extrema sutileza del camino leve rodeado de morbos acosando a uno y otro lado de la pasarela en un desfile tonto de mi alma; un espectro que va y viene, sin destino, un espectro que carga con la injusticia de no ser juzgado definitivamente, porque no hay nadie que esté en condiciones de asumir el rol de rector de bienes y males. Y cosas por decir? A quién, alguien me inquiere, me interroga con suficiente fuerza como para que me arrodille y libere verdades padecientes que hasta pueden llegar a contagiar a quién a esta hora del crepúsculo desea saber de mal humor?". Repasó el mensaje, corrigió acentos y consonantes, y se cagó muriendo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
estos que se creen con derecho a opinar ...