

Vengo rodando la vida desde que aquella cocinera inconsciente del 9 de Julio, un 9 de Agosto, optó por exhibirme ligero de ropas, importándole un pedo mi estrepitoso alarido de oposición;
desde que la Lela me abrazaba, me contenía, me protegía del mundo mientras yo soñaba que la casa era una nave en altamar y que solamente hacía tierra para salir a jugar; desde que algo me dijo dejaba de ser el único y que debía compartir el título, justo cuando

empezaba a darme cuenta que la nave no era nave y que nunca había zarpado ni yo mismo;
desde que alguien me creyó parte, socio, o más, cuando nunca quise serlo y lo peor fue que nunca me lo preguntaron; desde que me arrancaron como el fruto verde en lugar de dejarme que madure y caer por mi propia naturaleza: tiraron demasiado;
que a mi vida llegaron de distintos mundos seres que son mi puente al futuro; desde que la Parka un día se llevó una partecita de mi vida y al tiempo regresó

por mi, pasó volando demasiado cerca y como recuerdo me sopló un vientito
muy frío;
desde que me fui abriendo camino confiando, compartiendo, sumando, imaginando, desafiando y provocando. Fecho, a un septenio del tercer milenio me encuentro coincidentemente a un septenio de alcanzar el medio siglo.
Es hora de empezar a elegir el epitafio.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
estos que se creen con derecho a opinar ...